Rebujito, serranito, cervecita o adobito. Todas las comidas típicas de Sevilla tienen la obligación abstracta de llevar impuesto un diminutivo al final. Y ello no se debe a que sean raciones o porciones pequeñas por lo general, no. Esto se debe a que así nos parecen más entrañables. Rebujito significa feria, y no hay nada más que decir. Serranito significa comida o cena en la cual discutiremos alegremente cuáles son los ingredientes que debe llevar el auténtico serranito, al cual tenemos una entrada dedicada en especial, pues merece mención aparte.
Cervecita quiere decir que no va a ser pequeña, o al menos, no va a ser solo una. El sevillano nunca, repito, nunca, queda para beber una única cerveza. Por último, adobito es una tapa. No hay cabida para una ración de adobo. El adobo se toma en tapa, con una cervecita y con un serranito al lado. Y no, lo siento mucho pero no vienen con un rebujito a no ser que estemos (generalmente) en la última semana de abril, y llenos de albero.
Cervecita quiere decir que no va a ser pequeña, o al menos, no va a ser solo una. El sevillano nunca, repito, nunca, queda para beber una única cerveza. Por último, adobito es una tapa. No hay cabida para una ración de adobo. El adobo se toma en tapa, con una cervecita y con un serranito al lado. Y no, lo siento mucho pero no vienen con un rebujito a no ser que estemos (generalmente) en la última semana de abril, y llenos de albero.
House of burger.
Ahora, si queremos hablar de comida sin diminutivos, señores, estamos de suerte. Hace un mes el restaurante House of burger ha llegado a Sevilla, y ojalá sea para quedarse. HOB, abreviatura que aparece en el luminoso del local, no se ha creado para cobardes. Todo es a lo grande. HOB es una maravillosa hamburguesería que abrió sus puertas en Semana Santa en la Calle Correduría nº 36, en pleno centro de Sevilla.
¿Qué se come en HOB?
Nuestra experiencia:
Volviendo a las hamburguesas, en mi visita a HOB pedí la "hamburguesa HOB", y acerté. La carne estaba en su punto: 200 gramos de vacuno irlandés jugoso, tostado por fuera y muy, muy sabroso. Junto a ella, encontramos una exquisita mezcla de queso roquefort, cheddar y old amsterdam que bañaba al bacon, pepinillos, tomate y cebolla. Elegí las patatas fritas por eso del miedo a que la novedad no fuera bien recibida por mi sentido del gusto, pero mis acompañantes fueron algo más valientes y pude dar un bocadito a la yuca frita. Erasmus de Sevilla, probadla. No sé cómo he podido vivir sin ella.
El restaurante.
House of burger es un local bastante pequeño con solo seis mesas, aunque sean mesas de cuatro a seis personas. Decorado de forma minimalista, todos los detalles son blancos o negros, salvo las mesas de madera. El trato del personal también fue correcto y adecuado, teniendo en cuenta que llevaban sólo 15 días abiertos cuando entré por primera vez, y sé que no por última.
El precio de las hamburguesas oscila desde 7'00€ a 9'00€ con el acompañamiento incluido. Sí, algo caro para ser una hamburguesería, pero os prometo que merecen la pena.
Si os apetece desconectar de la comida sevillana, House of Burger es el sitio adecuado para ello. Hamburguesas hechas de hamburguesa, sabiendo lo que se come, pudiendo ver lo que lleva y disfrutando mientras comemos.
¡Buen provecho! Bon Appétit! Guten appetit! Buon appetito! Enyoy your meal!